Todas las razones por las cuales comer verdura pueden resumirse en una sola palabra: salud. Dicho esto, podemos desglosar con cuatro sencillas razones cómo es que exactamente las verduras pueden influir de forma tan positiva en nuestra nutrición.
En primer lugar, los vegetales y verduras son ricos en potasio, por lo cual ayudan a eliminar la retención de líquidos y por lo tanto, a prevenir la hipertensión y la hinchazón en las piernas y vientre que provoca la retención de líquidos. Por otro lado, los vegetales y hortalizas son alimentos que no tienen grasas y son pobres en calorías, por lo cual ayudan a combatir la obesidad y a su vez mantener los niveles de colesterol y triglicéridos bajos, que resulta en menos patologías cardiovasculares.
La tercera razón para incluir verduras en la dieta es su riqueza en minerales como el fósforo, el potasio, el calcio, el magnesio, el zinc y el hierro, que son imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Las verduras y hortalizas también implican un aporte vitamínico significativo, cargadas de vitamina A y C que mantienen altas nuestras defensas inmunológicas, mientras que las vitaminas B, también presentes en los vegetales, fortalecen el sistema nervioso. También están cargados de fibras, que ayudan al tránsito intestinal, y de antioxidantes, que reducen el envejecimiento.
Con todos los motivos para incluir verduras en la dieta, cabe destacar que lo más recomendable es la ingesta diaria de algunos vegetales crudos, ya que se potencian sus beneficios al no perder sus propiedades durante la cocción.