Consumir productos ecológicos no es solo beneficioso para el medio ambiente, sino también para nuestra salud. Los productos ecológicos son mucho más saludables pues están libres de los residuos tóxicos que proceden de los pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, conservantes o aditivos que se utilizan en los procesos de producción tradicionales.
Estando libres de químicos artificiales, los alimentos ecológicos son asimilados correctamente por el sistema digestivo a la hora de consumirlos sin alterar las funciones metabólicas del organismo. Esto implica una mayor ingesta de nutrientes, como la vitamina C, y minerales como el calcio, el cromo, el hierro y el magnesio. Todo esto se resume a largo plazo en la prevención de enfermedades degenerativas, que según estudios y especialistas en gran parte encuentran su origen en la alimentación.
Los investigadores han descubierto también, que los cultivos ecológicos permiten que los productos como verduras y frutas acumulen entre un 18 y un 69% más de compuestos antioxidantes, que juegan un papel esencial frente a patologías como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Además de sus beneficios nutricionales, los productos ecológicos, al ser elaborados con mayor cuidado pero con menos intervenciones químicas, recuperan el sabor original y se conservan mejor. Esto se debe a que las plantas son regeneradas de acuerdo a su ciclo natural y fertilizadas orgánicamente, conservando su auténtico aroma, sabor y color.